Rico,rico,rico...

Para poder sobrevivir un año de pedaleo, resulta imprescindible cuidar la alimentación, o lo que es lo mismo, comer mucho y bien.
En Francia, a nuestra base alimenticia (pasta y arroz), la acompañamos siempre con ensaladas (tomate, aguacate, y la socorrida lechuga troceada). Para picoteo paté, fuet y queso...
En Italia sustituimos la pasta seca, por la pasta fresca y rellena de espinacas, queso o hongos (nuestra preferida). De vez en cuando, una pizza. Para postre, buena y variada fruta. Y por supuesto el heladito diario.
En Montenegro, el hospedaje no era tan y solía contar con cocina, por lo que aprovechamos para preparar platos caseros: paella de marisco, tortilla de patata... En Albania le dimos un descanso a la cocina, pues resultaba igual de económico comer en restaurantes.
En Grecia, de nuevo subieron los precios, pero apareció un nuevo aporte energético: los cremosos y grasos yogures griegos. Además, queso de fleta para las ensaladas.
Así que de momento, después de casi 5000 km. seguimos con nuestro peso inicial.
Ya vendrán tiempos de vacas flacas!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Kaixo soy javi el tio de Julen;
Me parece increible el viaje que
estais haciendo.
El blog esta muy bien sobre todo la descripcion de los componentes de la bici que elegisteis.
Cuando regreseis a Vitoria hay que recibiros como a heroes,en serio.
Voy a estar pendiente de vuestros comentarios.
Animo y suerte.